Delante nuestro ojos tenemos la culminación de una época historica que para nuestros procedentes será un hecho más en la historia de la humanidad, como tantas otras, pero para nosotros es la realidad actual.
La instituciones están a punto de derrumbarse y todo aquello que parecía «normal» ya no lo es.
Las democracias se sacaron las caretas para enseñarnos su verdadero rostro.
La guerra entre el pasado y el presente ya no reniega, las estructuras que mantenian una cierta forma de expresar la realidad se desmoraran y quienes la presiden solo atinan a cuidar los muros exigiendo tracción en una cadena rota.
La nueva cadena viene con una fuerza espantosa , motriz y obnubilante , tomando vuelo exigiendo que corresponda la naturaleza , acompañen y no se extingan.
Están tan fragiles las instituciones que hasta los propios representantes no la respetan; la humillan, manosean , violentan y menosprecian.
Y quienes deben encargarse de transformarlas o extingurlas aún estan esperando que las viejas instituciones respondan por ellos.
Se avecinan nuestras construcciones de organizaciones , nuevas maneras en las que nos relacionemos y organicemos nuestra pasar en en mundo.
Rodrigo Luján.